La Joya del Norte
Neverwinter es considerada por muchos, incluido el estimado viajero Volothamp Geddarm, como la ciudad más cosmopolita y civilizada de Faerûn. Ni siquiera la catástrofe ha podido doblegar su espíritu. Conocida por sus hábiles artesanos, cuyos trabajos en lámparas de vidrio multicolor y relojes de agua de precisión son famosos en todo el mundo, la ciudad se alza orgullosa en la desembocadura del río homónimo.
El Río Caliente y el Monte Hotenow
El nombre de la ciudad proviene de una anomalía geográfica: el río Neverwinter fluye tan caliente que nunca se congela, incluso en los inviernos más crudos del norte. Este calor proviene de los elementales de fuego que habitan bajo el Monte Hotenow, en el lejano Bosque de Neverwinter. Fue la erupción de este volcán lo que casi destruyó la ciudad hace décadas, abriendo el terrible Abismo (The Chasm) en el distrito sureste, una herida en la tierra que escupió horrores de la Plaga de los Conjuros antes de ser sellada.
El Gobierno de Lord Neverember
Tras la destrucción, Dagult Neverember, el Lord Protector (y antiguo Señor Abierto de Waterdeep), llegó con mercenarios de Mintarn para restaurar el orden. Aunque algunos lo llaman tirano o usurpador, bajo su mano de hierro la ciudad ha reconstruido sus puentes, ha limpiado sus calles y ha vuelto a ser un puerto comercial vital. Actualmente, Neverember busca legitimar su pretensión al trono de Neverwinter, alegando descender del antiguo linaje de Alagondar.